La UNAM participará en un plan para prevenir y controlar la teniasis-cisticercosis en regiones rurales marginadas, del país
Aunque se han dado pasos firmes en la ruta del diagnóstico y atención de la cisticercosis, esta enfermedad aún representa un problema de salud pública en México y Latinoamérica. A más de dos décadas de haber logrado una vacuna eficaz en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la UNAM, Edda Sciutto Conde, impulsora y coordinadora del grupo de investigación, refirió las nuevas ventajas de este hallazgo científico.
La forma más grave en que afecta la cisticercosis al humano, señaló la investigadora, es cuando se instala en el sistema nervioso central. El cerdo es un eslabón indispensable en la transmisión de esta parasitosis, y es factible interrumpir la transmisión a través de la prevención de la cisticercosis porcina por vacunación.
A partir de esta hipótesis, desarrollaron la vacuna “la primera versión, basada en tres componentes del parásito, producidos en forma sintética los cuales se utilizaron en forma conjunta” recordó.
Una vez evaluada su efectividad en campo con resultados satisfactorios, un laboratorio se interesó en producirla, pero al realizar los estudios de mercado, las expectativas de comercialización no resultaron atractivas a los ejecutivos.
En un intento por generar un biológico más económico, continuó Sciutto, “produjimos una segunda versión con los mismos tres componentes expresados en forma recombinante en fagos filamentosos con lo que se redujeron los costos.
La producción de esta vacuna fue optimizada en alta escala en nuestra planta piloto y se utilizó en un programa de control entre 2009 y 2013 en conjunto con la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y la FMVZ de la UNAM bajo la dirección de la doctora Aline Aluja. Posteriormente se confirmó que el programa de control, vacunación incluida, redujo eficientemente la cisticercosis”.
Sin embargo, pese a reiterados esfuerzos por conseguir a una empresa encargada de producirla en forma masiva, no ha habido éxito. Lamentablemente los desarrollos de la vacuna no se están aplicando porque no hay interés en la industria privada, aunque podrían tenerlo el gobierno o la propia Universidad”, comentó la científica.
Actualmente, el Trabajo Interinstitucional para la Eliminación de la Taenia solium en México, es coordinado por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) e InDRE. Participan también las direcciones generales de Promoción de la Salud (DGPS), de Calidad y Educación en Salud, (DGCES) y de Epidemiología (DGE); también la Cofepris; la Conagua, el IMSS y el ISSSTE. La Sociedad Mexicana de Salud Pública (SMS) y la OPS contemplan el uso del biológico desarrollado por el IIB de la UNAM.
La tercera versión
Frente a ese panorama, el grupo de investigadores universitarios desarrolló una tercera versión, expresada en un sistema de callos embriogénicos de papaya que resulta óptimo para inmunizar por vía oral, cuya “vacuna oral ha demostrado experimentalmente alta capacidad protectora en contra de la cisticercosis murina y cunícula además de ser inmunogénica en el cerdo, aunque falta evaluarlo en campo”. Sin embargo, La producción masiva se ha optimizado de esta nueva versión de la vacuna en cultivos in vitro a muy bajo costo en el Centro de Biotecnología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
La vacuna está destinada a prevenir la cisticercosis en cerdos de traspatio que se crían en las zonas rurales por las clases menos favorecidas económicamente, aclaró la doctora Sciutto.
“En cuanto a la salud humana, se ha demostrado que la neurocisticercosis –la forma más grave de la enfermedad–potencialmente puede afectar a la población de diferentes estratos económicos”, reiteró la investigadora. “Todos estamos expuestos a la contaminación fecal del ambiente, todos podemos ingerir alimentos mal lavados o verduras crudas contaminadas con aguas negras”.
Sin embargo, el ciclo de vida se completa en medios rurales donde se conjunta la falta de agua potable, de drenajes adecuados y la crianza de cerdos de traspatios, todas condiciones asociadas a marginación. “Esas condiciones promueven la transmisión de la enfermedad”.
Según cifras de Teresa Uribarren Berrueta, de la Facultad de Medicina de la UNAM, en el país, la neurocisticercosis “se ha observado en el 11% de las consultas neurológicas, 25% de las craneotomías y se considera primera causa de desarrollo de epilepsia en adultos”.
Hoy en día, los investigadores gestionan el apoyo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Seder) y de la OPS para obtener el registro de la vacuna en México. “De lograrse sería un avance, de ese modo la UNAM podría participar en el programa de control, encaminado a controlar la cisticercosis en el país”.
Jaqueline Cervantes Torres y Juan Voutssás, colaboradores de Sciutto Conde, informaron que recientemente la OPS-OMS en conjunto con el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) Dr. Manuel Martínez Báez de la Secretaría de Salud, desarrollan un plan de intervención integrada para la prevención y control de la taeniasis-cisticercosis y se está produciendo la vacuna contra cisticercosis porcina del IIB con el propósito de registrarla para ofrecerla a este programa de prevención y control.
Por lo pronto, la producción empezó a escala de laboratorio aunque podría producirse en la planta piloto del IIB que cuenta con fermentadores para producción masiva.
Fuente: UNAM
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